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I

Desmadrar: acción de arrebatarle la madre a un hijo

Me alejo cada vez más de mi infancia, camino sobre el viento a paso tendido, a contra polvo. En el agujero que dejó mi madre me resguardo, los caminos de soledad están llenos de huizaches. He caminado descalzo desde su ausencia, le desgranaron sus pestañas, que soplo como dientes de león.

Me dejaron sin madre, me desmadraron, cuando apenas era maíz tierno.

Toqué fondo, de mi mar y de la herida,

cada año me pregunto: ¿cuántos daños tengo? Si un día sin ella es tierra árida, una vida, ¿qué es una vida entonces?

Quisiera volver a verla, que me ayudara a hacer mis tareas de adulto, ahora le temo a la oscuridad y no está ella para dormirse conmigo, quisiera volver a ser su niño.

Me quedé con respuestas sin preguntas, con abrazos huérfanos, con poesía seca. Cuando contaba qué fue de ella, llovían alfileres en mi lengua. Su silencio vive en mi grito y su grito se quedó en mi cosecha, soy lo que sigue de su vida, pero el maizal no sabe estar sin su riego.

¿En qué tiempo que no sea pasado se recupera a una madre, en qué tiempo que no sea un futuro sin ella? La perdí, y en un abrir y cerrar de ojos, cerró los ojos para siempre.

II

Las mujeres que fui

Las mujeres que fui

susurran que me levante en armas,

que me desprenda de la costilla de Adán

y con su legado construya las mías.

Que no nací del costado de nadie,

salí del dolor de ellas

para liberar a Eva.

Las mujeres que fui,

todas mis abuelas, me aconsejan:

Casarse no es vivir felizmente cansada

y gritar es otra forma de cantar

para decir basta.

Tac tic, ponen de reversa al tiempo

para borrar al dolor

como su plan de cada día.

Y niña, me susurran,

siembra albahaca y ruda para cada vez que hiervas.

Las mujeres que fui

me curan de espanto,

del susto carcelero por no ir al cielo.

Me dicen que el Edén no es allá arriba,

el paraíso de ser mujer

es vivir en la batalla que iniciaron ellas

y seguir cultivando el fruto de sus luchas.

III

Intercambios

Naces, creces, te reproduces y mueres.

O naces, creces y no quieres reproducirte.   

Naces, creces y mueres,

mueres porque te matan

por haber nacido mujer.

IV

ABECEDEFEGE…BASTA

Basta una

bastan dos

bastan tres

¿Cuántas más faltan para decir basta?

Nombre: Mariana, Ingrid, Cecilia

                                y un etcétera que no alcanza.

Apellido: El de todas

ardemos juntas en un sólo fuego.

Ciudad: En cualquiera nos están matando…

Animal: Sí, por animales salvajes

en libertad de juicio.

Cosa: Lo único que tiene la mujer de objeto

es ser objeto de estudio

de su genialidad.

Flor o fruto: Desde que despertamos

                               no somos más rosas de jardín.

Total: Cada día en promedio 11 mujeres son víctimas de feminicidios.

Falta una

faltan dos

nos faltan varias.

¡BASTA!

América Trejo

Nació en Juchitán Oaxaca. He publicado poemas en diversas revistas, en 2018 y 2020 participé en el Nació en Juchitán Oaxaca. Ha publicado poemas en diversas revistas, en 2018 y 2020 participó en el encuentro Mujer Poeta Internacional y Festival Grito de Mujer. Coautora de la Antología Internacional «Faros de Esperanza» (Editorial Rosado Fucsia). Finalista del Primer Concurso Internacional de Poesía Romántica 3k 2018. Participó en el Tercer Congreso Nacional de Creadores Literarios organizado por la Congregación Literaria de la Ciudad de México y forma parte del colectivo de Mujeres Poetas del Istmo de Tehuantepec, así como de la cuarta generación de Nido de Poesía, convocado por Librobjeto Editorial en la Ciudad de México.

América Trejo

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