dos niños esta tarde se desnudan ante sus madres y acarician un cielo que nunca más será igual de celeste especies de hombres en miniatura carentes de ropaje brindan manzanas a dos mujeres no vírgenes que luego reptarán sobre la tierra encuentran su corazón en medio de la espuma pecadoras en el delirio se autoinflingen castigos –lo que hicieron a quienes se negaron– el placer la carne EL PECADO los gemidos y las sábanas rasgadas golpean con sus manos la tierra que se sacude con la marca del séptimo día concluida la labor de parto cualquier mujer se convierte en hierba de campo donde emigran las bestias Y así fue. Hizo Dios las alimañas terrestres según su especie, las bestias según su especie tarde de inverno donde los corderos en otros lugares del mundo buscan su rebaño pecadoras redimidas vuelven la vista y encuentran ¬–en medio del infierno– a dos niños que se desnudan esta tarde “Porque tanto amó una madre al mundo que no entregó jamás a su unigénito hijo”. Viviana Gonzales (La Paz, Bolivia, 1985). Poeta y dramaturga. Periodista por la Universidad Carlos III de Madrid; Máster en Arte por la Universidad Complutense de Madrid y Especialista en Seguridad Internacional por la UNED y el Instituto Gutiérrez Mellado. Premio Nacional de Literatura en Poesía (Santa Cruz, Bolivia, 2019) por su poemario “Hay un árbol de piedra en mi memoria”. Su segundo libro, “Canto de un pájaro de fuego” fue publicado con la Editorial Buenos Aires Poetry.