Después de una llamada telefónica Ese primer grito del gallo es la poesía SAMUEL NOYOLA cuelgo el teléfono y me quedo mirando la pared, mientras el gallo canta recuerdo que no hablé por mucho tiempo porque no tengo nada qué decir, más que hablar de la impaciencia entonces me entran deseos de estar en algún lugar tranquilo (aunque un día alguien me dijo, que sólo los muertos están tranquilos) así que pienso en el océano y en que aquí no alcanza a llegar el mar y tal vez por eso el silencio ahoga, sin el ruido de las olas que lo rompa yo intento crear algún estruendo, pero no hay motivo lógico e imagino la brisa y la arena después, mientras me acuesto e intento dormir un rato más, el gallo canta de nuevo Tiempo de aguas caminamos en la noche sin sombrilla lamentando una mala decisión hay carteles pegados en las paredes ya sin tinta sobre ellos hace dos días escribí algunos poemas y perdí las hojas en la calle mi madre me contó una historia de su infancia mi padre me habló de un ave que anuncia la muerte una noche tomé ponche con mis amigos el mío sin fruta observo el piso donde cae la lluvia y ninguna otra gota golpea el mismo lugar recuerdo aquella noche, cuando asistimos al funeral de un desconocido hablamos de la muerte, pero yo no tomé café La poesía es : tu constelación favorita aunque nunca la hayas visto : un cartel marchito : es el último día que saltaste sobre la cama : una lámina arrugada por la lluvia : una nube cargada de agua a punto de estallar : agua convertida en proyectiles : es color: índigo bandido/cirrosis en la mente de un ciego : es una foto en la sexta página del libro de segunda mano que acabas de comprar : el billete de 50 que encontraste a media calle : es la última historia que contaste a tu mejor amigo y la última cerveza que tomaron juntos : es la mirada/sonrisa de un bebé desconocido : el sonido de un loro repitiendo la canción que pasa a ser su favorita : dos botellas vacías un sábado en la mañana : el escrito tuyo rechazado en una editorial : una reunión de zoom donde nadie habla : una risa después de medio minuto de silencio : el número de teléfono de aquella chava que anotaste en la palma de tu mano : también es aquella mañana en que iba tarde y no pude cruzar la calle porque un perro me miraba y tenía frío, y tenía hambre y yo también Mujer ante el sol escapa del lienzo donde yace su existencia donde observa la luz del sol sin apartar la vista 71 años sin moverse, de pie bajo el azul de su creador llora sobre el piso que ahora une la tierra con el cielo que ha observado sin conocer la noche, siempre seguida por el día quiere bajar la mirada por primera vez y bailar descalza sin resbalar sobre la acera comer bajo la sombra del más grande de los arboles quiere correr sobre la tierra y observar un rostro que no dude la forma de su silueta se sienta en una banca y piensa en que algo le hace falta y no comprende, que ha pasado con la luz, por qué después de varias horas, no hay rastro de lo que a ella ha estado acostumbrada. hay un vacío en su alma, que se une con la sombra general al final del día decide regresar y plasmarse de nuevo sobre el lienzo y vivir ahí otros 100 años al menos porque las décadas de luz jamás la hicieron angustiar, como lo hizo un día nublado. Meteoros y cometas quiero convertirme en un pirata para oírte todas las noches volando por el dormitorio entre asteroides y meteoritos un retrato de luces futuristas dulces de grafeno envasados al vacío donde un hada esculpe una cabeza gigante diferentes tipos de fibras / relaciones entre agua y tierra el universo hecho un enigma de descripciones sin sentido extraña materia amarilla escurre el ojo de un perro muerto país de nunca jamás escombros interplanetarios tiempo de ausencia estuvo aquí y se olvidó de su sombra estoy seguro que vendrá a buscarla tal vez ven Fernando Cortés Santiago (Puerto Escondido, Oaxaca. 1998). Escritor, poeta y traductor. Es licenciado en enseñanza de idiomas por la Universidad Regional del Sureste. Ha publicado: Un amor d’enfant (Cuatro triángulos, laboratorio editorial, 2020, Oaxaca). Ha realizado traducciones al español de poetas como W.H. Auden, T.S Eliot y Ouanessa Younsi.