Perdido en la Tenochtitlan Al final no logré vivir en el oficio de las tinieblas Mi cuerpo se hizo carne de carnicero Cempasúchil en el cabello chascón del chilango De verdad mis indios no cantan solos buscan el remedio frente a estatuas que son lamentos No te quiero ver llorar Solo verte próspero, majestuoso y sin hambre en este Azul maduro de Lila concentrado llenecito de almas como uno Y parece que se va acabar el mundo Que habrá que llamar al chulel o al ajayu a tupacs zapatistas en cantos gregorianos Pero nada de nada, Nadaismo. Y como el ciego que se deporta a su mismo infierno me voy al lado de la santa muerte La mejor de las bandas me pronostica locura hasta lastimar un pueblo al fruncir las cejas El Manco tropel infinito es mi trance, mi intimidad multitudinaria Mi Falsa Libertad liberación entre libertadores Sobreestímulos de las armas varias Vientos, humos, fuego y vejez Eso que sostiene mis pies a mitad de un temblor El Pozole hecho con carne de tu hermana El Rio de los remedios soñado a la antigua Carne ciudad chamuscada Patitas de perro volviéndose ángel Mataverso que alcanza una estrella y nace donde le da la reverenda puta gana Nadie puede vivir el sueño tuyo Conozco al amor satánico Escucho bien tu corazón perdido en Tenochtitlan ¿Cuál es la ruta para salvar al pueblo? Saber que lo que tienes que hacer es de interés mundial Es ser anahuac y a la vez quechua Nahuatl y Laika Brujo congregado entre el zorzal y el tzozil Humano siempre humano hasta el último hueso Perro come perro de las más ambiguas angustias Feliz y sobrenatural en la metástasis del ombligo, centro cósmico de todas las lunas. Eres la última mano que coge al dormido antes de dejar las sombras en el cielo Y otra vez, perdido en la Tenochtitlan México me invita el grano maíz de una salvación me dice que soy uno de los que aquí podrá poblar de nuevo. Pero no hay elegidos, solo niños llamando a sus santas muertes Extiendo mi visita a los inframundos del jaguar, balam de su verde perfecto. Mi alma sureña extiende en calma finitos perdones sobre él. Tú eres México Eres el centro mismo de mis lagos muertos La sociotempestad que aflige y me revuelca. Sostienes mis pies a mitad de mis temblores nocturnos me das el cordón umbilical hundido en apariciones y volcanes Los fantasmas abandonan bendiciones para entregárnosla como críos Los afanes del sueño, las mollejas tlayudas pozoles de mis muertos Oro y oro de regresar con vida a tus internas fauces Mares y huertas que sentí en la plenitud de los trances vidas elegidas por aztecas mayas quechuas y aymaras. Lléname Guadalupe Candelaria de los milagros morados y absortos Se el nombre de mis otras piernas brazos bocas que besan surreales nichos nidos de oro y salares. Aguárdame por siempre en este infierno que conozco que no es más que un laberinto Ahógame como un niño santificado que va y pide más a las madres de su propia sangre. Estoy listo para nacer como el bueno, el malo y el feo una res impoluta de mis propios miedos. Tú eres México y yo el magro abismo de puras maldiciones. Estoy en el centro mismo de los lagos muertos y sus santos indios. Ven Ahora a resucitarme en las octavas, maratones, glorias. Ahora en la hora de nuestra suerte. Amen. Nostalgia atómica He vivido la locura del canto y la risa Las cosas han crecido sostenidas en la nada Juntos hemos sido los infiernos de otras tierras Sentimientos hechos azufre Toda una vida para morir en la lucidez del amor como una lanza esperando matar a mis Dioses Ahora respira amor, respira Los volcanes ya son nuestros Te guardo el neón de todas las ciudades Yo, el tres veces maldito El de las semillas de lluvia y cielos de otras tierras El que cuenta restos de fogatas poemas orugas o desdichas, hasta volverte sillar amor Y que regreses al valle de raíces todas o me mates como a los átomos de esta nostalgia. Muertes he visto muchas Muertes he visto muchas las he seguido hasta hoteles sepulcros Adornándome de faros amarillos cuando la noche se extirpaba a si misma En un intento de llamarme la carne y ser con ella en una desdicha feliz Muertes han existido siempre de amores sacudidos por la falta de confianza de pueblos maestros que en su nombre se han sacado los cielos del cuerpo Momentos preciosos de las faunas inmaculadas expiando esas noches necias Seres que no pudieron confundirse en lo que restaba del amor y sus lunaciones. Me he vuelto varias veces de esa muerte verdadera Muerte de mis sentidos agónicos y maltratados Muerte que sigue siendo muerte pese al flujo incontrolable de mis ríos que son más que ríos cuando traen regalos temporales La muerte ha sido sexo frustrado La muerte ha sido glorias contadas de amaneceres fatales y ritos que nacieron del abandono. Solo la mitad de la gente podrá entender lo que digo No es necesario que el mundo entero las conozca Porque Muertes se han visto muchas como héroes fascinados por su propia historia o amores torturados y apuñalados en su misma sangre de niño. Ojalá Lima fuese más grande Ojalá Lima fuese más grande Y así nos nazcan otros mil cuerpos incandescentes Fundidos en su propia humedad Succionados de las casas de todos los infantes que fuimos Y que ahora seducen a nuestras más antiguas verdades Lo incontrolable se ha vuelto un canto gozoso para el que no alcanza en las casas inmensas de vacíos jardines Los callejones donde nos quitamos el sueño de ser marineros astronautas y malhechores Ojalá Lima fuese más grande Para que el sol también llegue a pintar calles que hasta este sueño habían sido hediondas No he sido solo yo el que ha terminado de intentar renacer sin caer en las miserias de mi gris capital Creyendo que las naciones quechuas aymaras que la habitan sean aceptadas como el origen de su fuerza motor Seriamos de las ciudades donde la noche nos salve furiosa de los mañanas ausentes de vida y nos ayudaría a recibir las causas de todos los proyectos juglares Ojala lima fuese más grande Para abrazar el ruido de los animales domésticos Ser tratado con el respeto de los ancianos gremialistas de pueblos odiseos Escribir con la grasa pegada a la frase Que no es lo mismo que limpiarse las manos uñas y sombras O hacer de cuenta que nunca hubo placenta que nos resbale de las manos de Dios Pachacamac Y los siglos no alcancen para tirar abajo infinitos altares de infinitas velas encendidas Porque lo que se ha vuelto inconmensurable no son los santos morados ni los reyes desérticos Es el sudor constante en las manos que trabajan hasta domingos Que solo se ven sonreírse cuando el sol limpia sus costras del alma impaciente Imposible de vivir con los sueños encima que al tocarse la piel no sea llegar tarde al perdón que las familias otorgan a los viajeros Desahuciados de la raíz misma del laberinto donde algunos han decidido jugar por toda la eternidad Y los que han hurtado al resto la paz y las cruces se ciernen libres cuando el soplo cura sus ojos amarrados a los otros ojos Y sus puños aparecen entre las plásticas olas de sus mares como estandartes perdidos Ojala Lima fuese más grande Y así este monstruo que nunca duerme se torne misericordioso con todos sus hijos los que desean volver a encontrarse en sus fauces como las causas mismas de todos los temblores Y asi sanar la indiferencia de los que fueron hermanos entre ríos chillones Y cantar a sola voz que estamos vivos entre grises aves de rapiña Porque estamos vivos pese a todas las muertes que nos muestra el rio indómito del presente Estamos vivos en la sangre absurda de este monstruo adormecido que necesitamos y nos necesita para volver a ser con el mar Incontrolable indómito Robando al mismísimo desierto un sol más grande del que podamos calcular En la Fiebre humana de un trance el secuestro del rojo amanecer donde el amor siempre trata de lo mismo.
Italo Passano (Perú)
Comunicador social y Artista Visual. Participó en distintos festivales a nivel nacional e internacional. Organizo la XXII edición del festival de poesía “Enero en la palabra” (Cusco, 2018). En el 2021 edita el Mapa literario de Puno y Tacna, como parte de la colección Mapas Literarios del Perú. Es director de Kunah Editores. Ha publicado los poemarios Desovaciones (2014), Envanecido (2016) y El fósil de todos los vicios (2022). Actualmente trabaja en su primera novela Los Lúcidos.