Diálogos Tus muslos son verbo despertando al mar, floreciendo acantilados en los que no temo al vacío y descubro el licor inexplorado donde no hay censura en las caricias. Juglaresa en el costado inequívoco del amanecer me levantas en tu oxígeno de nácar; conciencia transformadora, cosecha deliciosa haces de mí ese poema que se desprende de los muros quietos de la ciudad, se expande en el cielo y llueve tembloroso, en su catarsis de amor, sobre las aguas que lamen el calado de los barcos. Te honro en los piélagos donde está parte de tu agua, que se parece a mí, te incendia y te ve temblar en la arena como una gota que en su inmensidad pierde el habla. Sinfonía de la distancia Amanece; en la lejanía de Dios tus ojos me invitan a vencer el vacío que nos rompe; la tierra que bordea nuestra efímera cicatriz es la misma, sin embargo, tú estás en esa parte del mar donde naufrago y yo en el aire gélido al que no llegas. Soy en ti todos los árboles el roble enraizado en tu alquimia, el abeto habitado de pájaros rapsodas, el eucalipto de aromas insondables, un bosque cubierto de ese aire sin el residuo canceroso de las fábricas. Soy en ti el verdor más bello de la tierra. Epístola Te escribo desde los misterios que me desangran en ese territorio donde no me reconozco. Dentro de mí, hay infiernos que se vuelven niños asustados, cronopios de un pasado lleno de nostalgias, de perlas profanas en el deseo; dentro de mí la soledad muerde, rompe los vitrales del templo y saca lágrimas al más frágil de los huesos. Desde ahí pinto palabras que no sé si han de llegar a tocar el mar donde tu piel reverdece la cosecha. El silencio Acumula rastros del relato donde fuimos -un cuerpo de cuatro brazos armándose en la complejidad de la materia y el azufre- bala desbocada buscando ver cómo perdían el aire los globos acuñados en las explosiones intrínsecas al frotar lo cóncavo y lo convexo. Tal vez ese mutismo es el anuncio que la hidra de los días ha devorado el aceite y el tatuaje que encendía el fuego en las costillas de ese cuerpo bicéfalo con olor a mar lleno de peces, de ese cuerpo que no ha podido sobrevivir a la distancia y a la bigamia de expresiones embrocadas en la línea de lo ajeno. Pongo el corazón en el limonar de mi casa, espero oírte cantar sin una jaula, cantar como cuando fuimos parte de ese cuerpo en las infinitas posibilidades de la geometría que ondula en la misma travesía. El silencio es el caos en las dos mitades de un cuerpo que apenas sobreviven fuera de sí mismos. Perpetuamente Me gustaría entender por qué estuve desde antes de ti contigo, tal vez la genética de nuestros pasados se encontró en el panteísmo de la piedra que llueve en el lenguaje; o tú fuiste mía de maneras que no se pueden nombrar, en la perversidad, el amor y la belleza. Tú sabes que soy feliz en la rueca de mis tristezas, que un paseo por las mil formas de tu boca me permite escapar de esos demonios que no se nombran en la nada; que la luz que escapa de tus caminos siembra de verdes el amanecer. Tú y yo sabemos que la muerte será en nosotros el inicio de un nuevo viaje donde el peor miedo será no reconocernos. Merlina Rocío de blues desnudo, principio, fin y cirio vivo donde se extinguen esas dolorosas tumbas que me cubren, tus nalgas son el único refugio donde me duele menos mi madre muerta; al descubrirlas a ratos olvido su ausencia, a ratos siento que se levanta entre los besos que nos arrancamos. Te culpo por ponerme un hechizo que me hace dudar de la muerte Fe Debe existir un dios, suspendido en la rueca, tomando conciencia de su soledad en la espera de que esa otra parte suya que lo abandonó vuelva a la galería donde no se encuentra. Seguro que yace en el mismo resquicio donde florec
Gabriel Cisneros Abedrabbo (Latacunga – Ecuador, 1972)
Ecuatoriano-palestino. Escritor, comunicador social y gestor cultural. Editor de más de cien libros, coordinó en Chimborazo la Campaña Provincial de Lectura Cien Joyas para Leer, en su gestión pública impulsó políticas y acciones para el desarrollo lector.
Ha publicado más de una docena de libros, además, su obra consta en antologías, periódicos y revistas nacionales e internacionales. Ha participado en diversas ferias del libro, encuentros y recitales. Varios de sus textos han sido traducidos al inglés, árabe, rumano y gallego.